
-
NYALA Digital Asset AG abre una nueva vía para invertir en valores digitales con rentabilidad
-
Canadá extiende la emergencia por incendios forestales
-
Ucrania "dispuesta" a negociar con Rusia el lunes, pero quiere una "discusión constructiva"
-
Una corte de apelaciones de EEUU mantiene los aranceles de Trump
-
Ya está aquí el asistente digital de compras: busca un producto y hasta lo paga
-
Jóvenes demandan al gobierno de Trump por su política sobre el clima
-
Fiscales demandan a la china BYD por presunto trabajo esclavo en Brasil
-
Anulan el juicio sobre la muerte de Maradona tras dos meses de debates y 40 testimonios
-
Bruselas homenajea a las víctimas de Heysel cuarenta años después
-
Sinner jubila a Gasquet, Fonseca convence y las favoritas no fallan en Roland Garros
-
El conservador Luis Montenegro, reelegido primer ministro de Portugal
-
De Quinindé al PSG: el poblado ecuatoriano en el olvido que forjó a Willian Pacho
-
Suiza monitorea riesgo de inundaciones tras el derrumbe de un glaciar
-
La Casa Blanca fustiga el fallo judicial sobre los aranceles de Trump
-
Harvard celebra su ceremonia de graduación empañada por amenazas de Trump
-
Alonso espera que Madrid no suponga la salida de Montmeló de la F1
-
Tres muertos y tres heridos en España al derrumbarse una nave agrícola
-
The New York Times firma acuerdo que permite a Amazon utilizar sus contenidos para la IA
-
Los momentos clave de Musk en la Casa Blanca
-
Israel anuncia un importante proyecto de expansión de la colonización en Cisjordania
-
Harvard celebra su ceremonia de graduación empañada por arremetida de Trump
-
El enviado estadounidense para Siria pide un "pacto de no agresión" con Israel
-
Estudiantes chinos lamentan los planes de EEUU de bloquear las visas
-
Un capítulo se cierra en Dior con la salida de Maria Grazia Chiuri
-
Un hombre en España grababa a mujeres sin su consentimiento para sus "cursos de técnicas de seducción"
-
Rusia espera una respuesta de Kiev sobre la propuesta de nuevas conversaciones en Estambul
-
Los rescatistas de Gaza reportan al menos 44 muertos en nuevos ataques israelíes
-
Jorge Martín anuncia su intención de abandonar Aprilia
-
Israel anuncia que creará 22 nuevos asentamientos judíos en Cisjordania
-
El piloto de MotoGP Luca Marini resulta herido de gravedad en una caída
-
Personalidades británicas, entre ellas Dua Lipa, piden la suspensión de la venta de armas a Israel
-
Cuatro personas mueren al estrellarse un avión de la patrulla naval en Corea del Sur
-
Una epidemia de cólera mata a 70 personas en la capital de Sudán
-
Una madre sudafricana que vendió a su hija de 6 años es condenada a cadena perpetua
-
Arabia Saudita libera a un conocido religioso iraní detenido
-
El banco central surcoreano reduce a la mitad la previsión de crecimiento para 2025
-
Mark Zuckerberg dice que Meta AI alcanzó los mil millones de usuarios
-
Detenidas 20 personas por cotizar 'dolar negro' en Venezuela
-
China condena el plan "discriminatorio" de EEUU de revocar visas a estudiantes
-
Juicio en El Salvador contra pandilleros acusados de tener cementerios clandestinos
-
Condenados dos hombres por una familia de migrantes que murió congelada
-
Harvard acepta ceder fotos de esclavos negros a un museo para zanjar un pleito
-
EEUU detiene a un migrante mexicano que amenazó con asesinar a Trump
-
Argentina consigue 1.000 millones de dólares por un bono que paga en pesos
-
La justicia de EEUU pide al servicio de migración liberar a una científica rusa de Harvard
-
Mercado Pago pedirá licencia para ser banco en Argentina
-
El zoológico de Brasilia cierra temporalmente por sospecha de gripe aviar
-
"Duele porque lo hemos tenido cerquita", lamenta Isco
-
Nvidia supera las expectativas de resultados en el primer trimestre
-
Murió el famoso escritor keniano Ngugi wa Thiong'o, candidato al Nobel

Una tribu indonesia, forzada a abandonar sus tierras por la mayor mina de níquel del mundo
Bokum, miembro de una de las últimas tribus de cazadores-recolectores de Indonesia, casi totalmente aislada del mundo moderno, se desespera al ver cómo la mayor mina de níquel que hay en el mundo está afectando a su hermosa selva virgen, en una isla de las Molucas.
Para poder verla, hay que adentrarse en las profundidades de la selva de la isla de Halmahera, a 2.400 km al este de Yakarta. Aquí vive la tribu de los Hongana Manyawa ("Pueblo de la selva"), que cuenta con 500 miembros que siguen llevando una vida nómada y sin ningún contacto con la civilización moderna.
Bokum forma parte de los otros 3.000 miembros de la tribu que aceptan tener un contacto limitado. Fue él quien mostró a un equipo de AFP cómo la extensa concesión minera de Weda Bay Nickel (W BN) está desfigurando sus tierras tribales.
En medio de un entorno natural que deja sin respiración, las máquinas derriban y excavan, y la mina se va extendiendo para satisfacer la importante demanda de níquel, principalmente para la fabricación de acero inoxidable y de baterías de vehículos eléctricos.
Al menos el 17% del níquel mundial viene de esta mina, indicaba su página web en 2023. Indonesia es, de lejos, el primer productor.
"Temo que sigan destruyendo la selva", dice Bokum, que, según cuenta, ya no encuentra ni cerdos salvajes ni peces para comer. "No sabemos cómo sobrevivir sin nuestra tierra, sin nuestra alimentación".
El hombre vive a 45 minutos a pie, selva adentro. Aceptó dar su testimonio junto a su esposa, Nawate, que guarda silencio. Pero no se demorará, ya que antes de ponerse en camino vio a unos obreros cerca de su casa.
"Los obreros de la mina intentaron cartografiar nuestro territorio", explica, con un machete al alcance de la mano. "Es nuestra casa y no se la daremos".
La suerte de los Hongana Manyawa causó cierta conmoción en los últimos meses, a raíz de la difusión de unos videos que se volvieron virales, en los que se ve a miembros de la tribu muy delgados, mendigando comida fuera de la selva. Pero el futuro de esta región, tan lejana de Yakarta, no es ninguna prioridad.
Tres días de periplo a través de 36 km, en medio de las 45.000 hectáreas que tiene la concesión minera, permiten hacerse una idea del costo, tanto para los humanos como para la naturaleza, de la tecnología moderna.
Las reiteradas explosiones que se llevan a cabo para extraer el mineral ahuyentan a bandadas de pájaros. En el cielo, los helicópteros comparten espacio con loros verdes, búhos de las Molucas, cálaos y abejas gigantes.
Los troncos cortados a lo largo de la carretera también son un indicio de la invasión de las máquinas. A lo lejos, se ve a los guardianes de la mina disparando contra aves tropicales con rifles de aire comprimido.
Toda la noche, el estruendo de las excavadoras penetra en la espesura de los árboles, rivalizando con el croar de las ranas y el zumbido de los insectos.
Los lechos de los ríos están cubiertos de un pesado barro, fruto de la explotación minera, y prácticamente ya no tienen peces. Su agua, de tan sucia que está, irrita la piel.
- "Protocolos de contacto" -
La Constitución indonesia establece los derechos territoriales de los indígenas. En 2013, la Corte Constitucional incluso otorgó a las comunidades locales el control de los bosques tradicionales, en lugar de al Estado.
Pero, sin títulos de propiedad, los Hongana Manyawa no tienen muchas posibilidades de que se reconozcan sus derechos.
Y aún menos frente al gigante al que se enfrentan. La concesión pertenece a Weda Bay Nickel la cual, a través de una coempresa, tiene como accionista mayoritario al gigante chino del acero Tsingshan y, como accionista minoritario, al grupo minero francés Eramet.
El nuevo jefe de Eramet acompaña esta semana al presidente francés, Emmanuel Macron, en su visita a Indonesia. La mina pide aumentar su derecho de extracción.
WBN dijo a AFP que está "comprometida con una explotación minera responsable y la protección del medio ambiente" y que forma a sus trabajadores para que "respeten las costumbres y las tradiciones locales".
No existe "ninguna prueba de que los grupos aislados o no contactados se vean afectados por las actividades de WBN", afirma la empresa.
Eramet declaró a AFP que le había pedido a los accionistas mayoritarios de WBN permiso para realizar este año una auditoría independiente de los "protocolos de contacto" con los Hongana Manyawa.
También se está estudiando cómo utiliza la tribu los bosques y ríos de la región, agregó Eramet, que destacó no obstante que no hay "ninguna prueba" de que miembros de la tribu vivan aislados en su concesión.
Pero el gobierno indonesio admitió lo contrario, en una declaración a AFP. Existen "pruebas de la existencia de tribus aisladas en torno a Weda Bay", dijo la dirección general de carbón y minerales del Ministerio indonesio de Energía y Recursos Minerales.
El mismo órgano afirmó que está comprometida a "proteger los derechos de los pueblos indígenas y garantizar que las actividades mineras no perjudiquen sus vidas ni su entorno".
Es la primera vez que Yakarta reconoce oficialmente la presencia de miembros de Hongana Manyawa aislados en la zona, según la oenegé de defensa de los derechos indígenas Survival International.
Para esa organización, que señaló un "golpe duro" para Eramet, "la única forma de impedir [la] destrucción" de la tribu es declarar prohibida una zona.
En su página web, Eramet asegura que forma a sus empleados sobre cómo comportarse si se encuentran con algún Hongana Manyawa. Les aconseja evitar interactuar con personas no contactadas si "se demuestra" su presencia.
Ni el grupo chino Tsingshan ni Antam, la compañía minera, contestaron a las preguntas de AFP.
Eramet, que niega contaminar el agua de la región, afirma que la explotación minera "generó numerosas oportunidades económicas".
Pero Bokum ha constatado todo lo contrario: "Desde que la empresa destruyó nuestra casa, nuestro bosque, nos cuesta cazar, encontrar agua limpia", asegura en su lengua, el tobelo.
- Extorsión y prostitución -
En cuanto se puso en marcha la explotación, en 2019, la zona se transformó rápidamente en una especie de salvaje oeste.
En un retén cerca del inmenso parque industrial de Weda Bay, varios hombres pararon el vehículo de periodistas de AFP, exigiendo dinero, hasta que un responsable local intervino.
Cerca de ciudades aledañas como Lelilef Sawai, Gemaf y Sagea, es fácil cruzarse con empleados equipados con cascos, caminando por las embarradas carreteras llenas de escombros.
Los caminos están bordeados de tiendas rudimentarias, y también es frecuente ver prostitutas buscando clientes delante de hoteles infestados de chinches.
A lo lejos se divisan las torres de fusión del níquel, de las que emana un nubarrón artificial que flota en el cielo.
La mina tiene hoy más del doble de trabajadores de los que tenía en 2020: casi 30.000. La mayoría son extranjeros, cuya llegada generó tensiones y coincidió con un aumento de casos de enfermedades respiratorias y VIH.
"Las empresas mineras no tienen buenas prácticas, violan los derechos humanos y hacen pocos controles", denunció Adlun Fiqri, portavoz de la asociación Save Sagea.
"Mucho antes de la explotación minera, todo estaba realmente tranquilo y era agradable vivir en el bosque", comenta Ngigoro, que dejó el grupo aislado de los Hongana Manyawa junto a su madre cuando era niño. En aquel entonces, no tenían "miedo de nada".
"Esta tierra pertenece a los Hongana Manyawa," agrega el hombre de 62 años, que marca el camino haciendo cortes en los troncos con un machete.
Muchos en el este de la isla se sienten como él. Al menos 11 manifestantes indígenas contra la actividad minera fueron arrestados, indicó el lunes Amnistía Internacional.
- Tesla se entromete -
Bokum afirma que se mudó al menos seis veces para escapar de los mineros, que no dejaban de pasar por el territorio de su pueblo.
Las oenegés temen que la mina haga desaparecer la tribu.
"Dependen completamente de lo que la naturaleza les da y, a medida que su selva tropical es devastada, lo mismo les ocurre a ellos", advierte Callum Russell, de Survival International.
El gobierno asegura que elaboró "una documentación" para entender a estas tribus aisladas y asegura que las involucró "en el proceso de decisión".
Pero los activistas creen que esto es imposible porque la mayoría de ellos no utiliza tecnología moderna y evita cualquier contacto con foráneos.
Recientemente se alzaron algunas voces, sobre todo de grandes empresas.
El fabricante de automóviles estadounidense Tesla, propiedad de Elon Musk, que firmó acuerdos de inversión en el níquel indonesio, propuso instaurar zonas prohibidas para proteger a los pueblos indígenas.
La compañía sueca de vehículos eléctricos Polestar declaró el año pasado que quería evitar poner en peligro a "comunidades no contactadas" en su cadena de abastecimiento.
Pero para Bokum, el peligro está ahí: justo detrás de la colina donde cultiva piñas y mandioca se extiende un sitio de explotación a cielo abierto de 2,5 km de longitud.
La mina intentó comunicarse con Bokum y su esposa, dándoles unos celulares.
Pero para tener cobertura, Bokum tiene que acercarse a la mina y cuando los obreros se le acercan, él reitera su promesa, machete en mano: "Es nuestra tierra. No consentiremos que la destruyan".
L.Mason--AMWN